Riquete, él del copetepágina 1 / 7
Érase una vez una reina que tuvo un hijo, tan feo y contrahecho, que dudó largo tiempo sobre si tenía forma humana. Un hada que se encontraba junto a ella en el momento del nacimiento, aseguró que él no dejaría nunca de ser grato a los demás, porque tendría mucho ingenio y agudeza, añadiendo, que él mismo podría, en virtud de un don que acababa de otorgarle, conceder tanto ingenio como el suyo a aquella de quien se enamorase. Todo esto consoló un poco a la pobre reina, que estaba muy afligida al haber puesto en el mundo a tan feo monigote. Pero lo cierto es que el niño, apenas comenzó a hablar empezó a decir mil cosas amables, mostrando en todos sus actos un no sé qué de encantador que resultaba muy atractivo. Había olvidado decir que este príncipe vino al mundo con un pequeño copete de cabellos sobre la cabeza, por lo que fue llamado Riquete el del Copete, pues Riquete era su nombre. Al cabo de siete u ocho años, la reina de un país vecino dio a luz dos hijas. La primera que vino al mundo era más bella que el día y la reina se puso muy contenta, pues fue para ella la más gran alegría que nunca tuviera. La misma hada que había asistido al nacimiento del pequeño Riquete el del Copete, estuvo presente y para moderar el gozo de la reina, le dijo que esta princesita carecería de inteligencia, siendo tan estúpida como hermosa. Tan desagradable nueva mortificó mucho a la reina, pero unos instantes después, tuvo una pena aún más grande, pues la segunda hija que le nació era extremadamente fea. No os aflijáis, Señora- le dijo el hada-, vuestra hija será recompensada y mucho; ya que tendrá tanta inteligencia que nadie se apercibirá de su falta de belleza. Dios lo quiera –respondió la reina-, mas, ¿no habría el medio de hacerle poseer un poco de inteligencia a la mayor que es tan hermosa? Ya no tengo nada más para ella, Señora, en lo que respecta a inteligencia, ahora bien, en lo que atañe a la belleza si puedo hacer algo –le dijo el hada-, y para satisfaceros, le daré el don de poder transformar en hermoso a quien ella ame.