El hada Berliqueta colocó a Chilindrina encima del cañon de la chimenea. Perdido el uso dela palabra, quedó el bergante del muchacho convertido en un pelele, que incesantemente estaba meneaudo los piés y las manos.
De aquella suerte estuvo mil años, al cabo de los cuales se hizo pedazos, y murió.