Elsa la Listapágina 1 / 4
Érase un hombre que tenía una hija a la que llamaban Elsa la lista. Cuando fue mayor, dijo el padre: "Será cosa de casarla."
- " Sí," asintió la madre, "¡con tal que alguien la quiera!"
Al fin llegó de muy lejos un joven, llamado Juan, que solicitó su mano, poniendo por condición que la chica fuese juiciosa. "¡Oh," dijo el padre, "nuestra Elsa no es ninguna tonta!" Y la madre dijo "¡Ay, es tan lista que ve el viento correr y oye toser las moscas."
- "Así, bueno," dijo Juan, "porque si no es muy juiciosa, no la quiero." Estando todos de sobremesa, dijo la madre: "Elsa, baja al sótano y trae cerveza." La lista Elsa tomó el jarro de la pared y se fue al sótano, haciendo sonar vivamente la tapa por el camino para distraerse.
Llegado abajo, buscó un taburete, lo puso frente al barril y se sentó para no tener que agacharse, así que no hiciese daño a la espalda y le cogiese algún mal extraño. Luego colocó el jarro en su sitio y abrió el grifo y, para no tener los ojos ociosos mientras salía la cerveza, los dirigió a lo alto de la pared y, tras pasearlos de un extremo a otro repetidas veces, descubrió, exactamente encima de su cabeza, una piqueta que los albañiles habían dejado allí por descuido. Elsa la lista se echó a llorar, diciendo para sí: "Si me caso con Juan y tenemos un hijo y, cuando ya sea mayor, lo enviamos al sótano a buscar cerveza, puede caérsele la piqueta sobre la cabeza y matarlo." Y allí se quedó sentada llora que te grita a voz en cuello por el posible accidente.
Mientras tanto, los de arriba esperaban la bebida, pero Elsa la lista no aparecía. Por fin la madre dijo a la criada: "Vete al sótano a ver qué le pasa a nuestra Elsa." La criada fue, y encontró a Elsa sentada delante del barril, chillando fuertemente. "Elsa, ¿por qué lloras de ese modo?" preguntó la criada. "¡Ay!" dijo Elsa. "¡Cómo no voy a llorar! Si me caso con Juan y tenemos un hijito y llega a crecer y viene aquí abajo a buscar cerveza, a lo mejor, esa piqueta le cae en la cabeza y lo mata." Y la criada dijo: "¡Vaya! Elsa lista que tenemos!" y, sentándose a su lado, también se puso a llorar por el accidente.