El caballito incansablepágina 5 / 5
¿Y el alazán?
¡El alazán había cumplido con su deber!
¡Entonces, se sintió rendido! ¡Una angustiosa fatiga lo dominó hasta hacerlo arrodillar en el suelo áspero de la calle!
La gente lo contemplaba dolorida y suspensa. ¡Un estremecimiento de muerte agitó sus patas y lanzando un postrer relincho, que semejaba al toque de clarín de la victoria, cayó para siempre entre un charco de sangre que brotó de sus narices!
¡El noble bruto había realizado algo maravilloso, casi increíble, y esto... no era sino un ejemplo sencillo de lo que puede el poco esbelto caballito criollo, nervioso y crinudo, pero de una resistencia inigualada por sus congéneres del mundo!
A ese animal pequeño y valiente... a esos nobles amigos que pueblan los campos argentinos, es a los que un gran poeta les ha cantado en estrofas inolvidables:
""¡Caballito criollo del galope corto,
del resuello largo, del instinto fiel...
Caballito criollo que fue como un asta
para la bandera que anduvo sobre él!""
¡Y ésta es la verídica historia del caballito incansable!"