Los 12 Cazadorespágina 2 / 3
Pero el rey tenía un león, que era un animal mágico, pues sabía todo lo oculto y secreto, y una noche le dijo:
-¿Crees que tienes doce cazadores?
-Sí -contestó el rey- los cazadores son doce.
Pero el león añadió:
-Te engañas, son doce doncellas.
El rey replicó:
-No puede ser verdad; ¿cómo me lo probarás?
-Manda echar guisantes en tu cuarto -replicó el león- y lo verás con facilidad. Los hombres tienen el paso firme; cuando andan sobre guisantes, ninguno se mueve; pero las mujeres caminan con inseguridad y vacilan y los guisantes ruedan.
El rey siguió su consejo y mandó extender los guisantes. Mas un criado del rey, que quería mucho a los cazadores, cuando supo que debían ser sometidos a una prueba, se lo contó diciéndoles:
-El león quiere probar al rey que ustedes son mujeres.
Se lo agradeció la princesa y dijo a sus doncellas:
-Vayan con cuidado y anden con paso fuerte por los guisantes.
Cuando el rey llamó al día siguiente a los cazadores y fue a su cuarto, donde estaban los guisantes, comenzaron a andar con fuerza y con un paso tan firme y seguro, que ni uno solo rodó ni se movió. Cuando se marcharon, dijo el rey al león:
-Me has engañado, andan como hombres.
El león le contestó:
-Lo han sabido, y han procurado salir bien de la prueba, haciendo un esfuerzo. Pero manda traer doce husos a tu cuarto, y cuando entren verás cómo se sonríen, lo cual no hacen los hombres.
Agradó al rey el consejo y mandó llevar las ruecas a su cuarto.
Pero el criado, que tenía cada vez más afición a los cazadores, fue a verlos y les descubrió el secreto. Entonces dijo la princesa a sus once doncellas, así que estuvieron solas:
-Estén con cuidado y no miren las ruecas.
Cuando el rey llamó al día siguiente a los doce cazadores, entraron en su cuarto sin mirar a las ruecas. El rey dijo entonces al león:
-Me has engañado, son hombres, pues no han mirado las ruecas.