La Abeja Reinapágina 2 / 2
La primera era así: en el bosque, debajo del musgo, estaban las mil perlas de la princesa; había que buscarlas y antes de que se pusiera el sol no tenía que faltar ni una sola o, de lo contrario, quien hubiera emprendido la prueba se convertiría en una piedra. El príncipe fue allí y se pasó el día entero buscando, pero cuando el día tocó a su fin no había encontrado más que cien y quedó convertido en piedra. Al día siguiente emprendió la aventura el segundo hermano, pero, al igual que el mayor, se convirtió en piedra por no haber conseguido hallar más que doscientas.
Por fin le tocó el turno al bobo y se puso a buscar en el musgo, pero era tan difícil encontrar las perlas y se iba tan despacio que se sentó encima de una piedra y empezó a llorar. Y, según estaba allí sentado, el rey de las hormigas, al que él una vez había salvado, llegó con cinco mil hormigas que, al cabo de un rato, ya habían encontrado todas las perlas y las habían reunido en un montón.
La segunda prueba, en cambio, consistía en sacar del mar la llave de la alcoba de la princesa. Cuando el bobo llegó al mar se acercaron nadando los patos a los que él una vez había salvado; éstos se sumergieron y sacaron la llave del fondo.
La tercera prueba, sin embargo, era la más difícil: entre las tres durmientes hijas del rey había que escoger a la más joven y predilecta; pero eran exactamente iguales y en lo único que se diferenciaban era en que la mayor había tomado un terrón de azúcar, la segunda sirope y la menor una cucharada de miel, y había que acertar sólo por el aliento cuál de ellas había comido la miel. Entonces llegó la reina de las abejas que el bobo había salvado del fuego, tentó la boca de las tres y al final se posó en la boca que había tomado miel, y el príncipe reconoció así a la verdadera.
Entonces se deshizo el encantamiento, todo quedó liberado del sueño y los que eran de piedra recuperaron su forma humana. El bobo se casó con la más joven y predilecta de las princesas y cuando murió el padre de ella, se convirtió en rey. Por su parte, sus dos hermanos se casaron con las otras dos hermanas.