Cuento HUEVO DE PASCUApágina 3 / 4
Un momento después Lester corrió, corrió más rápido de lo que ninguno de los allí presentes había visto correr a una persona... y no lo hizo para huir. En ese único instante de su vida se vio movido por un impulso desacostumbrado, algún eco de su estirpe, y se precipitó sin vacilar hacia el peligro. Se arrojó sobre el huevo de Pascua y lo agarró como quien arrebata una pelota en el juego de rugby. No había pensado qué hacer con él; la cosa era echarle mano. Pero al niño le habían prometido tortas y confites si lo entregaba intacto en manos del viejo y bondadoso caballero. No emitió un solo grito, pero se prendió de su encargo como una lapa. Lester cayó de rodillas, tirando ferozmente de la carga que el chico apretaba sin ceder, al tiempo que los escandalizados espectadores dejaban escapar exclamaciones airadas. Un corro inquisitivo y amenazador los rodeó, pero echó para atrás cuando él gritó la palabra pavorosa. Doña Bárbara escuchó esta palabra y vio a la multitud salir en desbandada como ovejas; vio al príncipe, a quien los escoltas alejaban a la fuerza; y vio también a su hijo, postrado en la agonía de un terror aplastante, su amago de valor frustrado por la inesperada resistencia del niño, todavía agarrado desesperadamente, como si en ello fuera su salvación, de aquella chuchería satinada, incapaz siquiera de arrastrarse lejos, sólo capaz de gritar y gritar y gritar. Tuvo la vaga conciencia de que a la abyecta vergüenza que humillaba a su hijo contraponía mentalmente, o trataba de hacerlo, el acto único de urgente valentía que lo había lanzado grandiosa y descabelladamente al foco del peligro. Pero sólo por un segundo estuvo contemplando las dos figuras entrelazadas: el niño con su cara terca e impasible y el cuerpo tenso por la obstinada resistencia, y el joven desmadejado y casi muerto ya de un pavor que ahogaba sus gritos; y sobre ellos las largas banderolas de gala que flameaban alegremente bajo la luz del sol. Nunca pudo olvidar aquella escena. Claro que fue la última que vio.