miércoles 26 de noviembre de 2014 a las 7h33 de la tarde
me encantooooooooooooooooooo
La mañana había llegado, los rayos de sol comenzaban a colarse por la ventana de una bella joven de unos ojos color miel y un cabello azulado hasta un poco mas arriba de los hombros, sin duda era hermosa eran los pensamientos de la mayoría por no decir todos los hombres de Nerima, ya eran las 6:30 y Akane abrió lo ojos bruscamente, estaba sudando había tenido un
mal sueño, pero ¿Qué había soñado? No lo recordaba… la mañana transcurrió tranquilamente para la familia Saotome-Tendo, todo ya era rutina pero Akane estaba preocupada, algo no la dejaba tranquila ¿pero que?... ¿un mal presagio?, no, tonterías…
Iba camino al colegio junto a Ranma, este ultimo la miraba preocupado no habían discutido hasta el momento, no es que le molestara pero su prometida estaba demasiado callada.
- Akane ¿ocurre algo?
- …
- ¡Akane!
- ¿Ah? ¿Que pasa Ranma?
- Te noto un tanto extraña… ¿Qué ocurre?
- Pensaras que es una tontería
- Puedes decírmelo, sabes que puedes confiar en mí.
- Yo se pero…
- ¿pero que?
- No nada, no pasa nada Ranma
- ¡Vamos Akane! Algo ocurre
- Ranma, algo malo va a ocurrir
- ¿Qué dices? ¿Que malo puede pasar?
Y ahí recordó todo… el sueño…
El cielo de pronto oscureció y algo parecido a un ogro apareció frente a sus ojos gritando el nombre de Ranma, este por instinto se coloca delante de su prometida protegiéndola.
- ¿Quién eres?
- Soy Juno el rey del planeta Harión y e venido a cobrar venganza
- ¿y que tengo que ver yo contigo?
- Tu nada, pero tu maestro si, el es el culpable de que nuestro mundo este destruido y tu pagaras con tu sangre su osadía
- ¡Ja! Ya veremos, Akane sal de aquí
Akane se alejo un poco del lugar y aquel sujeto se lanzo al ataque, era bastante hábil para ser tan grande, lanzaba golpes y patadas que eran fácilmente esquivadas por Ranma, ya llevaban mas de 30 minutos paliando y todo esto ya lo estaba aburriendo, de pronto Juno creció mas que antes y su velocidad junto con su cuerpo aumentaron considerablemente, estaban en medio de la pelea cuando llegaron Ryoga, Cologne, Shampoo, Mousse, Ukyou y
Happosai que miraban atentos como esta se desarrollaba, el chico de mirada azulina se veía muy agotado al contrario del ogro, en un descuido de Ranma, Juno manda una serie de espadas las cuales no pudo evitar, solo pudo cerrar sus ojos con fuerza esperando el final
pero… nunca llegaron, abrió los ojos con temor y la vio ahí tirada en el piso sangrando y con una espada que atravesaba su delgado cuerpo a la altura del ombligo, corrió hacia ella y la abrazo sin preocuparse de aquel ogro, este aprovecho la oportunidad para lanzar otro
ataque pero fue interceptado por Happosai el cual pidió a Ranma que llevara a Akane a la clinica del Doctor Tofu, ya que el se encargaría de Juno.
Corría a todo lo que daban sus piernas, Akane con la poca fuerza que le quedaba iba aferrada a su cuello, su delicado cuerpo no podía soportar tanto y Ranma se dio cuenta de eso, paro en un tejado y la poso sobre el techo con suma delicadeza.
- Tranquila, ya estamos por llegar
Ranma como pudo trato de sonreír, pero verla en ese estado y por su culpa le partía el alma
- Ran…ma… ya no hay tiem… tiempo
- No, no tonta si hay tenemos toda una vida por delante
- No ton… tontito, yo siem… siempre estar…e con…contigo
- ¡Noo! Tu no me vas a dejar ¡te lo prohíbo!
- Ran…ma… yo… te… te amo
Y sus ojos se cerraron, quedo en shock pero al ver que no reaccionaba, corrió lo poco que faltaba para llegar a la clínica del doctor Tofu, no se molesto en abrir la puerta, la destrozo de una patada y entro lo mas rápido que pudo.
- ¿Pero que…?
- ¡No deje que se muera! Por lo que más quiera sálvela
Tofu lo guió a una habitación y rápidamente la recostaron con mucho cuidado sobre una cama, comenzó a revisarla, pero Akane ya no respiraba, los ojos de aquel sencillo Doctor se llenaron de lágrimas y a su cabeza llegaron los recuerdos de una tierna niña de cabello
azulado, solo pudo decir.
- Lo siento Ranma, ella ya no…
- ¡Mentira! ¡Noooo! Ella no… no puede dejarme ¡no me hagas esto Akane!
- Ranma esto me duele tanto como a ti pero ya no hay nada que podamos hacer
- ¡No! ¡Ella es fuerte!
Se acerco a la cama donde yacía Akane, estaba pálida y sus labios de habían tornado de un color morado, tomo sus manos frías y le susurro
- Vamos marimacho, demuéstrame que eres fuerte
Ranma, publicado por nabiki, miembra de yodibujo.com
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miércoles 26 de noviembre de 2014 a las 7h33 de la tarde
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