Pulgarcitopágina 4 / 6
La criada, al no ver nada sospechoso, salió a encender una vela, y Pulgarcito se aprovechó de su momentánea ausencia para irse al pajar sin ser visto por nadie. La doméstica, después de explorar todos los rincones, volvióse a la cama convencida de que había estado soñando despierta. Pulgarcito trepó por los tallitos de heno y acabó por encontrar un lugar a propósito para dormir. Deseaba descansar hasta que amaneciese, y encaminarse luego a la casa de sus padres. Pero aún le quedaban por pasar muchas otras aventuras. ¡Nunca se acaban las penas y tribulaciones en este bajo mundo! Al rayar el alba, la criada saltó de la cama para ir a dar el pienso al ganado. Entró primero en el pajar y cogió un brazado de hierba, precisamente aquella en que el pobre Pulgarcito estaba durmiendo. Y es el caso que su sueño era tan profundo, que no se dio cuenta de nada ni se despertó hasta hallarse ya en la boca de la vaca, que lo había arrebatado junto con la hierba. ¡Válgame Dios! exclamó. ¿Cómo habré ido a parar a este molino? Pero pronto comprendió dónde se había metido. Era cosa de prestar atención para no meterse entre los dientes y quedar reducido a papilla. Luego hubo de deslizarse con la hierba hasta el estómago. En este cuartito se han olvidado de las ventanas dijo. Aquí el sol no entra, ni encienden una lucecita siquiera. El aposento no le gustaba ni pizca, y lo peor era que, como cada vez entraba más heno por la puerta, el espacio se reducía continuamente. Al fin, asustado de veras, púsose a gritar con todas sus fuerzas: ¡Basta de forraje, basta de forraje! La criada, que estaba ordeñando la vaca, al oír hablar sin ver a nadie y observando que era la misma voz de la noche pasada, espantóse tanto que cayó de su taburete y vertió toda la leche. Corrió hacia el señor cura y le dijo, alborotada: ¡Santo Dios, señor párroco, la vaca ha hablado! ¿Estás loca? respondió el cura; pero, con todo, bajó al establo a ver qué ocurría. Apenas puesto el pie en él, Pulgarcito volvió a gritar: ¡Basta de forraje, basta de forraje! Pasmóse el cura a su vez, pensando que algún mal espíritu se había introducido en la vaca, y dio orden de que la mataran.
Suscríbete y únete a nuestro canal de vídeos para niños en Youtube: http://bit.ly/20IQovi