En una cárcel, un preso comenta indignado a su compañero de celda: - Es un poco ridículo lo que están haciendo conmigo. - ¿Por qué? Porque me metieron aquí por robar pan, y ahora me lo traen gratis todos los días.
Era una vez dos prisioneros y que al día siguiente empezaban cadena perpetua. Y le dice el listo al tonto: - Coge aquella lima y cuando se acueste esta gente nos ponemos a limar. Dice el tonto: ¡Venga, vale! Se pone el listo a limar las rejas de la cárcel y se despierta el guardia y dice: - ¿Quién anda ahí? El listo dice: ¡Miau! Y dice el guardia: - Ah, ese es el gato de siempre. Ahora se pone a limar el tonto y dice el guardia: - ¿Quién anda ahí? Y dice el tonto: - ¡Otro gato!