Un veterinario es llamado para revisar un caballo, llega a la cuadra y le pregunta a Catarino: - ¿Cuál es el caballo enfermo? Catarino le dice: - Venga, lo llevo. Al llegar al caballo, el médico pregunta: - Oye Catarino, ¿ya orinó el caballo? Éste responde: - Sí, ya orinó. - ¿Ya defecó? - Eh, ah, este, no, no ha defecado. El veterinario, sigue preguntando: - ¿Comió en la mañana? - Sí, ya comió y bebió agua. Al caminar unos metros el médico se embarra de estiercol del caballo y le dice a Catarino: - Oye, me dijiste que el caballo no había cagado. Y Catarino responde: - Ah, cagado desde hace rato, pero no ha defecado como usted dice.