La boda de Dama Raposapágina 2 / 2
-¿Es guapo o es feo? Dímelo, Gatita.
¿Tiene también nueve hermosas colas pinceladas, como el señor Zorro, que en gloria esté?."
- ¡Oh, no! -respondió la gata-, tiene sólo una.
- Entonces no lo quiero.
Volvióse la gata a la puerta y despidió al pretendiente.
No tardaron en volver a llamar: era otro galán, que venía a solicitar a dama Raposa. Tenía éste dos colas, pero no logró más éxito que el primero. Y así fueron acudiendo otros, cada cual con una cola más que el anterior, y todos fueron despedidos, hasta que llegó, finalmente, uno que poseía nueve rabos, como el viejo señor Zorro. Al saberlo la viuda, dijo, alegre, a su doncella:
"¡Ábreme las puertas de par en par,
y el viejo zorro me vas a echar!."
Pero en cuanto se iba a celebrar la boda, saliendo el zorro viejo de debajo del banco, propinó un buen vapuleo a toda aquella chusma y los arrojó a la calle junto con dama Raposa.