sábado 06 de diciembre de 2014 a las 10h04 de la noche
Fea
Roy contempló con gran ternura los movimientos que realizaban las ramas de los encinos cuando éstas se entrelazaban de dos en dos, semejando un cálido abrazo entre hermanos. También fue testigo de como el cedro expresaba su felicidad al secretar su aromática savia, sumergiendo el ambiente con su olor característico, mientras que las secuoyas vigilaban desde lo más alto, haciendo notar su presencia.
El señor Gómez apresuró a los niños para instalar entre todos el campamento. Juan y su papá se encargaron de armar la tienda de campaña y Roy fue a recolectar la leña para la fogata. Restaban solo un par de horas para que la luz del día se perdiera, por lo que los tres se dieron a la tarea de terminar con sus labores.
Roy se colocó los lentes de sol y su gorra favorita, se introdujo no más de cien metros en el bosque de manera que pudiera explorar los alrededores. En verdad que resultaba muy divertido para Roy el hacer explotar su imaginación al observar con atención los más minúsculos detalles; desde el juego de las ardillas al saltar con gran habilidad de un árbol a otro, hasta encontrar infinidad de formas dibujadas por un desfile de blancas nubes que proyectaban espectaculares transformaciones en el cielo o distinguir movimientos de extraños animales que se deslizaban a gran velocidad entre la frondosidad del bosque.
Hubo en particular un sonido que atrajo poderosamente el interés de Roy: el de un arroyuelo, que con su caudal lo invitaba casi hipnóticamente a un encuentro, mas no fue posible, ya que los gritos de Juan lo hicieron regresar con las ramas que había amontonado.
La noche se hizo presente justo en el instante en que afinaban los últimos detalles en el campamento. Roy y Juan hundían malvaviscos en la punta de varias ramas, se acomodaron alrededor de la fogata -ya encendida para entonces- y al acercar las golosinas en el fuego escucharon el escandaloso ruido que generaba una guitarra que el señor Gómez tocaba sin ton ni son. Los tres rieron y cantaron siendo partícipes de las desafinadas notas que los rasgueos sin control del señor Gómez producían en la guitarra.
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sábado 06 de diciembre de 2014 a las 10h04 de la noche
Fea