-Muchachita, ¿por qué haces pedazos tu cantarito? -dijo entonces la fuentecita.
-¿Cómo no voy a hacer pedazos mi cantarito si el piojito se ha abrasado, la pulguita está llorando, la puertecita chirriando, la escobita barriendo, el carrito corriendo, el montoncito de estiércol ardiendo y el arbolito sacudiéndose?
-Ay -dijo la fuentecita-, pues entonces yo me voy a desaguar.
Y se puso a desaguarse tan terriblemente que se ahogaron todos: la muchachita, el arbolito, el montoncito de estiércol, el carrito, la escobita, la pulguita y el piojito.